Lluvia

sábado, 15 de mayo de 2010

Siento como afuera las gotas caen, y el abrigo de las frazadas no me cobijan. El techo tamborilea furioso, una que otra ráfaga de viento gruñe, y recuerdo cómo hablábamos de lo bien que se sentía escuchar la lluvia, y cómo abrazados queríamos que el tiempo se detuviera.
La lluvia lavará mis lágrimas, o quizás las tuyas. La lluvia borrará la amargura, o quizás la tuya. Calma y tristeza son dos cosas que no van juntas, y cuando lo están nunca son buenas, pero hasta eso se llevará también. Y ya cuando la lluvia se haya llevado todo y ya no esté, ahí vendrá el sol del día nuevo con "nuevas" esperanzas de "amor eterno y la ..."

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